miércoles, 21 de octubre de 2009

Harta. Hoy... El tiempo.

Sé que hay que abrigarse, sé que cada día anochece un poco antes y que levantarse cuesta más porque tu cuarto está considerablemente más frío que tu cálida cama. Sé que ya estamos en este otoño invernal (en el norte, al menos, lo es) porque ya tengo las manos frías. Y lo odio.

Estoy casi segura de que somos de los pocos pringados que estamos chupando frío (y lo creo porque mi hermana se queja de calor...) a estas alturas del año. No es normal que de repente los termometros bajen radicálmente a 3ºC, ni que sienta que se me congelan los pulmones a cada bocanada de aire, o que empiece a agarrar las mangas para protegerme las manos. No es normal porque aún estamos a mediados de octubre. Y no solo eso, las lluvias, como no, también han hecho acto de presencia. Se que aquí es normal, pero una no acaba de acostumbrarse.

Encima, para colmo, el frío ha decidido aparecer justo cuando me da por entrenar de nuevo, en el río. Hay que joderse. Al menos soy yo la entrenadora y puedo decidir más o menos qué hacer, pero eso no quita para que sufra viendo a los pobres niños calados en camisetas de fino algodón, de manga corta, que absorven el agua que da gusto verlas. ¡Y encima pretenden bañarse! ¿Pero no ves, niño, que estás cianótico perdido? ¡Que como te pongas más azul ya no vas a recuperar el color en la vida! Pero no hay manera, y los nenes siguen queriendo bañarse, volcarse y demás... Yo creo que a su edad no era tan masoca... Creo...

Y lo de mis manos ya es otro asunto aparte... Como se me ocurra tocar a mi madre... Bueno, bueno, ¡impensable! En verano, si me pillan que las tengo frescas les hago un favor, pero en invierno... Ya puedo mantenerme lejos y con las manos ocultas, y a 5 metros de distancia ¡por lo menos! Menos mal que es todo amor en esta familia...

La cosa es que el tiempo sólo nos invita a quejarnos porque en verano queremos el fresquito del invierno, y en invierno buscamos el calor del verano. Yo misma estoy deseando que llegue junio de nuevo (evitando recordar que tengo los examenes y todo eso... Dios, ¡muero!). Así que si os encontráis con el vecino en el ascensor y os pregunta por el tiempo, le gritáis que es una puta mierda, y que se busque algún otro tema mejor, que ya estamos hartos de lo mismo.

Tanto cambio climático y tanta hostia... ¡NOS ESTAMOS CARGANDO EL PLANETA!

He dicho.

3 comentarios:

  1. Ya he gritado a mi vecino, ¿Ahora qué? o.o

    Aquí ya empieza a hacer fresquete, y yo como tremendo friolero que soy he adoptado el look invernal, gorro hasta abajo, braga hasta arriba y una rendijita en medio para poder ver.

    Al menos no llueve... aún

    ResponderEliminar
  2. ¿Que tú estás harta? ¡¿Que tú estás harta?! Mira, guapa... en Sevilla hasta hace tres días hacía cerca de 40º (sin exagerar) y ayer tuve que ir al instituto con el chaquetón de plumas del frío que tenía ò_ó Y lo peor es que hoy he ido también con el chaquetón, y al salir hacía un calor que te cagas >_>
    Conclusión: Sevilla es una mierda; dentro de 10 años cuando se derrita el Polo Norte se irá a freír espárrajos bajo del mar con la sirenita y yo me iré a cualquier lugar donde haga frío todo el año (y que esté por encima del nivel del mar, claro xDu)

    ResponderEliminar
  3. Me encanta el frio. Ojalá fuese invierno todo el año. Que a gustico estoy con el fresquito que está empezando a hacer.

    Harto del calor estaba yo ya.

    ResponderEliminar